Cantante: Laura Paussini
Nunca se abandona
Dos vidas que desde que se
encontraron se han unido sin saberlo; dos vidas que logran reencontrarse y
quedarse juntos ya sin importar qué pasará.
Ella, dulce y tierna, tímida y
con miedo a entrar en nuevas etapas; vive con la ilusión de un gran amor, una
gran historia, un gran corazón.
Él con conflictos emocionales que
nunca lo han dejado, tantas cosas que se mantienen en sus pensamientos que se
vuelve difícil dormir.
Los dos se encuentran, es la
primera vez que se miran y se notan como a otro extraño cualquiera.
Pasa el tiempo, se olvidan, pero
el destino decide que el próximo reencuentro vaya más allá de una mirada.
Ahora, luego de una mirada llegan
las palabras: un simple –hola- basta para comenzar una historia. Así inicia la
travesía de amor que ninguno se imagina.
Una amistad crece y se forma, se
han vuelto confidentes y protectores uno del otro.
La mirada de ella cambia, sus
ojos se iluminan al verlo, pero hay un problema: él no lo nota y ella ya tiene
a alguien a su lado. Esa relación que tiene es inestable, con problemas que se
tratan de enfrentar inútilmente pues ella es la única que presta interés.
Desesperada, triste y enojada
consigo misma, buscó un consuelo y apoyo en la única persona que la podía hacer
sentir bien, fue en busca de ese amor
“platónico”. Le contaba sus cosas con la esperanza de que además de consolarla,
hiciera algo por ella, que la sacara del profundo hoyo sentimental en el que
había caído; quería que literalmente le dijera: déjalo ya, no tengas miedo,
déjalo.
Él le correspondía pidiendo
consejos de cosas íntimas pero sin que intervinieran sus sentimientos, algo que
ella sí hacía.
Todo entre ellos comenzaba a
notarse por lo que en un momento de debilidad y manejo, ella decidió alejarse,
una decisión estúpida sin fundamentos que destruyó los corazones de ambos.
Poco a poco se alejaron, si
llegaban a hablarse, él lo hacía de una forma tan despectiva que parecía que
era odio lo que sentía. Llegaron al punto de no hablarse e incluso evitarse, ya
ni un hola pronunciaban puesto que la amistad parecía haberse acabado.
Ella terminó un ciclo, cerró un
capítulo decepcionante de su vida y con una gran ausencia se dispuso a salir
adelante, a quitarse esa culpa que la había consumido durante mucho tiempo.
En un inesperado pero ansiado
reencuentro, sus miradas pronunciaban un -¡Te Amo!-, ya no podían negarse el
uno al otro pues la atracción era tan evidente y mutua que no se resistieron a confesarse
todo lo que sentían, a decirse y contarse cuan enamorados estaban.
Los días pasaron y entre más
platicaban, buscando en su pasado encontraban verdades y más se enamoraban, más
entendían qué es lo que les había separado y porqué ese cambio tan drástico en
su forma de tratarse.
Fue cuando entendieron que a
pesar de la distancia jamás se habían abandonado, jamás se habían dejado de
preocupar por el otro y que su corazón más que nunca le pertenecía al otro.
De ahora en adelante su camino se
ha unido para siempre, ahora saben que su confianza y amor los llevarán a vivir
una gran historia y a dejar de evitarse a oscuras ya que al final se ve la luz.
Vieron que sin decirse vuelve ya
estaban ahí.
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